Historia de los colores


"In a tortuous, ecstatic omnipresence
stood before his eyes the vision, a countenance: 
The austere countenance of the virgin,
the sweet countenance of the mother." 
Thea von Harbou y Fritz Lang.


Vamos, viste el mono alemán de la otra vez;
brillan los engranajes por un lado,
por el otro los ojos de la mujer que baila
como matando y ríe como en un funeral.
Qué lengua puede sentir ese cuerpo
metálico y paladear la crema que la quema!
Ninguna lengua humana hundiría
sus más profundos gustos entre circuitos!
Vamos, que sí, que estoy perdida,
sencillamente partida a la mitad,
sintiendo que no siento lo que  falta,
triste como las frutas que ven
a sus hermanas colgar. Frutas muertas
muerdo entre tus cejas tupidas
copiosa lluvia de varas tu rostro
inconfundible cuajado barro
tu pecho se extiende a un lado
de la carretera ruinosa de tu cama
y te miro ahogada, insoportablemente
sucia de tierra y tiempo y pisadas
y posadas manos indeseadas
y sé que por allí... por allí habremos
de movernos en otro tiempo.
Pero ahora, el blanco y negro!
Una bobina es una pieza que almacena
energía porque da vueltas dentro de ella
el grito original del hombre,
y ya no quiero saber nada...
Maldigo el metal fulgurante impune
caducidad del delirio de la carne,
maldito el ahogado aliento entre la lana bruta
y la historia del torvo jornalero
y la carta que nunca supiste leer maldita
de algodón planchado los sueños y de cera.
Espero espera, vamos, banda de música
y flores, terrosa trama azul, espero.
Vamos, buitres corrientes cortan el aire,
armas son las azucenas que brotan
silenciosamente en nuestros sexos,
calla por un momento, escucha
girar los tiempos y tiembla,
que espero dar un paso y volver
resuelta con todo resuelto al último
reducto. Aliento de nuestra hora fatal
brota de las cañerías en todas las ciudades abiertas,
caen garras separadas por el viento
tan lejos de nosotros los escombros reducidas
ilusiones de los antiguos prolegómenos
de nuestra especie triunfal,
triunfal, bajo tierra! Come junto conmigo
sin pagar la cuenta, canta.


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