¿De qué nos sirve?

¿De qué nos sirve estar tristes?
La miseria sentirla como una
quemadura de cigarrillo en la nuca.
¿De qué me sirve rebelarme?
Como fiera en cadenas azuzada,
lacerarme la piel contra tu tranquila incertidumbre.
¿De qué me sirven estos versos?
Aspirar a que te detengas sobre cada palabra
y la degustes, la degüelles y te bebas su sangre.
¿De qué me sirven tus palabras?
Las tuyas son como estrellas
que arden tan lejos que no se entienden sol.
¿De qué nos sirve la prudencia?
El tiempo sólo es bueno empleado a tiempo,
el polvo que se acumula no se multiplica.
¿De qué nos sirve el deseo?
Tu sexo me hunde en la marisma de mi isla,
mi sexo cae muerto en medio de tus medios.
Carro que alcanza
las tierras devastadas de mi mundo fantástico,
vehículo del héroe, tu cuerpo estalla en la memoria de mis dedos.
Nave que surca el mal
y lo hiere como a la superficie lunar las frases pobres,
hombre vasija, mujer punzante, todo eterno, unido nido,
¿de qué nos sirve el amor si no lo hacemos?