Homosexualidad en el closet del Cine Dominicano

Homosexualidad en el closet del Cine Dominicano


Frank Perozo en una escena de la película “Jaque Mate”
por: Melvin Durán 
A diferencia de otros países latinoamericanos como Cuba, México, Perú, Argentina o Brasil, la representación de la “homosexualidad” en el cine dominicano aún no ha salido dignamente del clóset. Y esto sucede porque dentro de la cultura dominicana existen unas ideas limitadas sobre la  homosexualidad  cargadas de clichés y estereotipos, donde no se percibe ésta sexualidad como una manifestación de la diversidad, sino como un accesorio marginal, recurriendo los directores locales a sus propios prejuicios mediante la escasa aparición infame y pueril del personaje marica (“pájaro”), como recurso para provocar la burla, sin la más mínima reflexión sobre el tema.
En conversaciones con Truffaut, Hitchcock expresa: “el cine está por encima de cualquier moral”. Nuestro cine está repleto de directores extra-moralistas, capaces de llevar la cruz de la inquisición en sus filmes. Sólo basta con observar a la mujer dominicana representada generalmente como objeto sexual, carente de cerebro, eso sin mencionar a los ladrones a domicilio, los sankypankys y los feos etiquetados bajo su color de piel. El patriarcado discriminador latinoamericano triunfa y la construcción del personaje homosexual sigue la línea general que afecta a todos estos grupos “marginalizados”, lo cual expresa perfectamente nuestro contexto social, pues créalo ó no, el cine es un medio de masas capaz de reflejar una cultura o al menos gran parte de ella.
La primera película dominicana donde aparece brevemente la homosexualidad es “New York, por fin llegó Balbuena”, (1995), del director Angel Muñiz, a través del personaje “El Cónsul” interpretado por Manny Gironny. Muñiz traslada uno de los estereotipos más explotados durante décadas por la pantalla televisiva dominicana: el homosexual risible, experto en el cuidado y la apariencia personal. El Cónsul, aunque tiene cierta relevancia dentro de los pocos minutos que aparece en escena, es representado de forma afeminada, elemento inevitable para que el público dominicano identifique la “presencia” homosexual.
A partir del film sobre Balbuena se recurre a este cliché, utilizándose una y otra vez a personajes homosexuales, exageradamente amanerados como elemento decorativo y risible. Algunos ejemplos podemos encontrarlos en películas como: Negocios son negocios, Perico Ripiao, Al fin y al cabo, Sanky Panky, Santi Cló, Ladrones a domicilio y Mi novia está de madre. 
La manifestación de los prejuicios y discriminación hacia el colectivo LGTB y la falta de contacto con ésta realidad dentro del cine dominicano es sorprendente, sobre todo porque la mayor exposición de la temática homosexual aparece filtrada mediante la fugaz conversión fetiche en travesti de algunos personajes principales, como sucede con “El Gordo” interpretado por Luis José Germán en Negocios son Negocios, o “Rafaela” en Al fin y al cabo personaje caracterizado por Raymond Pozo, por mencionar algunos.
Lo curioso de realizar esta revisión, es como nuestro escenario cinematográfico podría trasladarse al decadente tratamiento de la homosexualidad patentizado hace casi 70 años por la cacería de brujas de Hollywood y las leyes de censura del Código de Hays. Además de la burla hacia la homosexualidad, nuestros directores se amparan a otra forma de representación mucho más arcaica y retrograda, mediante el homosexual enfermo y depravado. Dentro de estos ejemplos destaca inevitablemente “Jaque Mate” de José María Cabral.
Jaque Mate es la única película dominicana que cuenta con dos personajes gays como protagonistas. Sin embargo, la trama denigra a  la homosexualidad  mediante un guión cargado de paradigmas que se vinculan con las confusas ideologías morales y culturales de la sociedad dominicana. La película utiliza claramente a la homosexualidad como obscenidad, morbo y depravación, pues según Alberto Mira: “porque son más fáciles de representar y encajan mejor en las retóricas narrativas del cine popular”. Ambos personajes: David y Andrés son amorales, despreciables, nos producen repugnancia, no tienen cualidades que produzcan empatía con el espectador debido a un guión que carece de base fundamental, de contextualización, investigación y trasfondo reflexivo.  Cabral no nos habla de otra cualidad en los personajes, se limita a recrear la “homosexualidad frustrada” de David y la “homosexualidad psicópata” de Andrés, como la causa de todos los males.
Jaque Mate lamentablemente lejos de plantear una posición inteligente, simplemente transcribe los criterios homofóbicos de nuestra cultura. Y esto se pudo constatar en la proyección de los cines, donde el público ávido de que les confirmen sus “verdades” sobre el colectivo, gritaba groserías e insultos hacia las manifestaciones de la sexualidad de los personajes, logrando Cabral varios jaque mates hacia la comunidad gay.
En la historia reciente del cine dominicano, alrededor de quince películas han contado al menos con una escasa aparición del personaje homosexual, aunque ninguna de ellas ha sido incapaz de mostrar una retrato honesto sobre la condición humana del individuo homosexual, basándose solamente en la caricaturización y las fobias para justificar su presencia en escena. El cine dominicano como medio de masas, empresa e industria, aún no está preparado para abordar temas que contradigan la identidad religiosa y la doble moral, eso sumado a que lucha por el apoyo de autoridades e inversionistas que no les interesa en su gran mayoría temas que reflejen la identidad dominicana y sus olvidados, sino vender una imagen hollywoodense de una realidad social tercermundista que nos arropa.
La aparición real de la homosexualidad en esa idea confusa llamada cine dominicano dependerá de las utopías, del desarrollo social, de la evolución de la conciencia humana, pero sobre todo en el respeto hacia los unos y los otros sin importar la clase social, el color de piel, pero sobre todo la sexualidad.
(Quiero agradecer enormente a Aimée Rosa Encarnación por facilitarme los datos de tesis sobre “Tratamiento del personaje homosexual en el cine dominicano” Año 1988-2008, lo cual hizo posible este artículo)

1 Response to " Homosexualidad en el closet del Cine Dominicano "

  1. Juan Jimenez Coll says:
    Excelente análisis de Melvin Duran y ponderaciones sobre como se aborda la homosexualidad como tema en nuestro cine, totalmente de acuerdo con tus planteamientos. Definitivamente seguimos inmersos en las mismas historias y tan solo reflejamos ¨realidades¨ penosas cuando existe tanta riqueza dentro de la homosexualidad y la diversidad sexual en su conjunto.
     

Comentarios

  1. Es una islita que se esconde de la evolución.

    ...O evolucionan o desaparecen. Pero el mundo no se dentendrá allí. Cuestión de tiempo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario