Vudu y Budismo en tiempos de etnocentrismo occidental


"No hay método conocido de prueba para determinar cual (si alguna), de dos radicalmente opuestas interpretaciones "científicas" de una cultura es la correcta. En consecuencia, como cualquier estudiante de filosofía sabe, el objeto de conocimiento es una función de las limitaciones del sujeto." -Dr. Joseph Cambell.

El pensamiento occidental apenas aprende a respetar las visiones del mundo provenientes de fuera de las fronteras físicas, temporales y culturales que le han configurado como "El primer mundo" y "la civilización" desde hace siglos, en los cuales su hegemonía económica y conquistas territoriales le ha hecho conquistador de las consciencias y del saber.



Pero no es todo el mundo Occidental el que se niega a conocimientos y prácticas culturales que le sean ajenas. Es conocido, por ejemplo, el trabajo de Claud Levi-Strauss para derrumbar aquella visión hegemónica y con aires de superioridad que de sí mismo tiene "el hombre blanco". También Carl Gustav Jung es un intelectual europeo inspirador, investigador de otros mundos posibles dentro de la psicología humana, muy influenciado por los investigadores "espiritistas" que leyó al interesarte en el inconsciente y sus actividades.

En el caso de Vudú, ha sido escasamente objeto de investigaciones científicas libres de prejuicios. Pero no está totalmente desamparado. Creerle una "fe de pobres" sin importancia, va cediendo paso a libros de sociólogos y antropólogos que rescatan la expresión de la cultura Vudú de en medio de un mar de imprecisiones y prejuicios.

También está una visión nueva sobre el fenómeno de la posesión, que la distancia de la tradición etnocéntrica de considerarla un tipo de histeria. Algunas de esas investigaciones sobre el carácter terapéutico de las posesiones han sido impulsadas por la American Psychiatric Association, según una entrada que leí en la Enciclopedia Encarta, edición del año 2002.

Por su parte, el budismo ha sido objeto de extensas investigaciones para probar el efecto más que terapéutico de la meditación. Hay pruebas contundentes de los beneficios que arroja sobre el cerebro y la conducta de quienes le practican.


Para llegar a estas conclusiones he leído con placer y sin dejarme embaucar por pseudocientíficos favorables a las cosas "sobrenaturales" ni tampoco por científicos etnocéntricos, que vienen a ser lo mismo: enemigos de la verdad y del progreso del saber.

Los libros que les puedo citar, para empezar a conocer y respetar saberes ajenos a la cultura occidental, no por ello, menos verdaderos, son:

Divine Horsemen, de Maya Deren -Es el libro más completo sobre el Vudú Haitiano. Explica como se trata de una religión ancestral que la hace, paradójicamente dirán algunos, "de avanzada". El Vudú es una religión humanista. No es más importante el Dios en el cielo, que la comunidad que "hereda" los rasgos de una trabajada evolución, que pone en práctica sus saberes transmitidos de generación en generación y que honra a los seres humanos que desde el principio de los tiempos nos han impulsado en el camino del progreso.



Divine Horsemen tiene prólogo por el Dr. Joseph Campbell, estudioso del "Monomito" (autor de la célebre obra "El héroe de las mil caras") y en él este empieza a enseñarnos a dudar, a mirar, a escudriñar y a leer en cada cultura las raíces de nuestra propia idiosincracia e inteligencia.

Buda, por Robert Mares -Es una biografía del Buda histórico, el Príncipe Sidharta Gautama, llamado "Sakyamuni", El Iluminado del Clan de los Sakyas, nacido en lo que es hoy Nepal, en el 450 a. C. Se refiere a los documentos históricos de su vida, si ahondar demasiado en el mito que se ha forjado entorno suyo. Asimismo, hace una breve exposición de la filosofía que subyace la práctica del Dhama de Buda.

El Vudú en Dominicana y en Haití, de Dagoberto Tejada Ortíz -En este libro se recogen los rasgos distintivos de ambas religiones. Pero no se trata solo de un recuento de ellos, sino también de una poderosa e informada denuncia del etnocentrismo y el racismo a ambos lados de la frontera, impulsado sobre todo por una cultura judeo-cristiana blanca, represora y clasista.

Para más información sobre el Vudú dominicano, aquí les dejo un enlace a un ensayo del dramaturgo e intelectual Giovanni Cruz titulado "Apuntes sobre el Vudú que se practica aquí".

Los ensayos y artículos provenientes de universidades y académicos alrededor del mundo están cargados a la red. Basta querer leer para encontrar. Por ejemplo, podemos leer sobre la importancia de la Psicoterapia Intercultural, la Etnopsiquiatría y la Antropología Cultural cuando necesitemos entender procesos tan enigmáticos como la posesión en el vudú.


Lo que tienen en común el Vudú y el Budismo es que trascienden la ansiedad de buscar respuestas a la condición humana en un más allá hipotético y se ponen manos a la obra a tratar de transformar las vidas de sus fieles enseñándolos a hacerlo desde dentro de sí mismos. Es la consciencia la única salvadora posible en un mundo que se derrumba. En ambos, esta consciencia no es en modo alguno individualista, sino que apunta a reflejarse en buenos actos, buen Karma que mantenga saludable la comunidad y el entorno social y natural del practicante, basándose en la compasión y el respeto por el otro.

Dirán por ejemplo "el budismo sí, el vudú, no lo creo". La cosa es que el Vudú, como religión, se trata de un conjunto de credos y ritos públicos para el mejoramiento colectivo de la vida. Otra cosa es la "magia", la cual consiste en ritos privados con fines individualistas. Por ejemplo, ir a un tempo Vudú a buscar "amarres" para un hombre no es necesariamente ser devoto ni "Servidor" de misterios. Se trata de gente individualista tratando de sacar partido de algo que no conocen ni respetan. Otro tanto pasa con cualquier cantidad de charlatanes en cualquier área del conocimiento, frecuentados por gente individualista y sin instrucción, gente ávida de resolver sus problemas "buscando fuera" en lugar de buscar dentro.

Finalmente, les dejo algunos artículos nuevos que he visto hoy y me han inspirado esta entrada. Ya quisiera tener para pasarles todo lo que he leído al respecto. Pero estos no están nada mal.

Psicoterapia Intercultural con los espiritistas y practicantes de religiones de origen africano: los aportes de la Psicología Transpersonal, la Etnopsiquiatría, y la Antropología Cultural para su práctica.

Dalai Lama y la pregunta que ha puesto patas arriba a la ciencia, artículo en inglés.

También, reportajes y programas especiales para quienes gustan del video instructivo más que del ensayo o el artículo. Aquí les dejo un gran favorito mío (citado en el artículo pasado):

Matthieu Ricard, el hombre más feliz del mundo - La meditación en términos simples. En este especial de televisión conducido por Eduard Punset vemos la relación de la Neurociencia con la meditación en la "Neurociencia contemplativa", dedicada al estudio de las reacciones en el cerebro a corto plazo como efecto de la meditación y de sus consecuencias favorables al largo plazo.



No creo que me haga falta convertirme en antropóloga para poder exponer mi punto en una sola frase. Para mi, el mundo es más grande de lo que nos vende el etncentrismo y es de suma necesidad que nuestra inteligencia se abra hasta la auténtica vastedad de la realidad si es que queremos seguir progresando como especie, protegiendo de paso, todo lo que tenemos alrededor.

NÁMASTE... y AYIBOBÓ.



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