PALOMA SODY: Crónica del homenaje póstumo a un activista de la comunidad LGTB

Paloma Sody, actriz de mi primer cortometraje "Maneras Misteriosas" murió producto de la desigualdad social y la discriminación general que combatió desde su ser mujer trans. Una enfermedad curable, pero cuya cura es un negocio y quedó en este caso fuera de las posibilidades de la humilde Paloma, le cegó la vida con apenas 32 años de edad. Paz a sus restos y en su memoria, alegría, rumba, lucha, espectáculo.

Reproducción del reportaje realizado por Acento.com sobre el homenaje organizado por sus compañeras de TRANSSA.

Crónica del homenaje póstumo a un

 activista de la comunidad LGTB

Aneudys Polanco Foxan (Paloma Sody), era un reconocido defensor de los derechos homosexuales en el popular sector de Santo Domingo, donde era conocido además por sus actuaciones artísticas.

Crónica del homenaje póstumo a un activista de la comunidad LGTB
Homenaje a Aneudys (Paloma Sody) Polanco. Orlando Ramos/Acento.com.do
SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Al caer la tarde, hubo más fiesta que llanto en el colmado Tatán Súper Fría, incrustado en el populoso sector de Guachupita, frente a la Parroquia San Martín de Porres. Las cervezas, el sudor y los gritos eufóricos recorrieron sus calles, de contenes corroídos y maltrechos.

Con ojos mordidos por la curiosidad y el interés, asisten a los novenarios. Una ronda de gente, mesas y botellas cierran la elevada terraza del lugar de expendio de bebidas y refrigerios, que funge como escenario.


Los asistentes se impacientan y dan inicio a la fiesta póstuma. Proyectan rápidamente una de las actuaciones de Paloma Sody, como era conocida en el barrio, mientras la tarde se vuelve noche y los sentimientos cruzan incesantes la línea entre la tristeza y la alegría.

En el descanso opuesto a una escalera, niños de distintas edades aguardan por el espectáculo, programado como ofrenda.
Aneudys  Polanco Foxan (Paloma Sody), estudiante de Bioanálisis en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y activista defensor de los derechos homosexuales, falleció por supuesta negligencia médica, en el Hospital Luis Eduardo Aybar (Morgan), tras un mes de permanecer en cama aquejado por una bacteria que diagnosticaron como ameba.
Bullen en los alrededores los que no tienen espacio en la plataforma. Las limitantes de género y orientación sexual desaparecen y la tolerancia se levanta como una vencedora casi anónima entre los presentes, aún insistentes en satisfacer la curiosidad.
Los gritos y las exclamaciones enardecen los ánimos de los residentes y visitantes de Guachupita al observar los movimientos encendidos de una “showgirl” de tez morena, de rasgos fuertes y marcados.
Se escuchan los clichés alusivos a la sexualidad, discursos de alabanza y palabras irrepetibles, mientras algunos inmortalizan las actuaciones en video y fotografía, absortos en el espectáculo que otrora habría sido sensurable y vergonzoso. En el centro y borracha por las miradas, sonrisas y gritos que se debaten entre el asombro, la curiosidad y la jocosidad, la showgirl sigue bailando.

Paloma Sody.

La música alegre del colmadón viaja y se mezcla con el reclamo de los familiares del activista por los derechos homosexuales de la organización Trans Siempre Amigas (TRANSSA), quienes indignados narran los últimas horas de agonía de Aneudys  – Paloma Sody – Polanco Foxan.
Entre reclamos, señalamientos e interrogantes, un pequeño círculo de niños y adolescentes va creciendo alrededor de los dolientes, afanados por obtener una fama efímera y enviar saludos alegres a sus allegados.

“Ese día le dieron tres paros en la casa. Salimos huyendo al Morgan y al llegar la doctora nos dijo que estaba mal. Salí y al volver me dijo que estaba agonizando. Fue negligencia médica”, asevera la hermana de Paloma, Miriam Foxan.
De apoco, los curiosos vuelven sus pasos a la plataforma en el colmadón, donde reinician los homenajes póstumos a Paloma, entre cantos y bailes como ofrenda.
Afectado por vómitos y fiebre, Aneudys (Paloma) visitó diversos hospitales de Santo Domingo, para los cuales le recetaron antibióticos y pastillas para controlar la fiebre. El seis de enero fue llevado de urgencia al Morgan, donde le diagnosticaron un edema pulmonar que causó el deceso del artista y activista.
El contoneo de las showgirls arranca los gritos eufóricos de los presentes, apretujados en un círculo humano, cuyos alaridos retumban a una cuadra de distancia. Los tabúes y prejuicios se ponen a un lado nuevamente para disfrutar del homenaje a quien, durante años, entretuvo a cientos de personas en la terraza.

Conforme se extiende el manto nocturno, las “frías” continúan el camino de la mesa a la garganta, para refrescar el calor. Unos silbidos casi consumidos por la música acompañan  a los chillidos.
La familia observa el tumulto al otro lado de la calle, hablando con los vecinos y los visitantes.

“¡Era querida en verdad!”, exclama una vecina, con ojos vidriosos y enrojecidos por la cebada fermentada.
“¡Era un amor!”




Vacío.
“Tenía todas mis ilusiones estaban en él”, afirma Hilda Mercedes. Con sus manos menudas repasa cada una de las fotos de su hijo, dispersas en el colchón de su habitación, que ahora queda casi en silencio.
A lo lejos, los gritos eufóricos e indetenibles de los vecinos irrumpen impertinentes en la alcoba, acompañado de una bachata, que ingresa en alegre en contraposición al escenario desconsolado de la humilde morada.
De las paredes y del espejo cuelgan los recuerdos de Aneudys /Paloma Sody, los cuales reafirman el vacío que queda como dueño indomable de su progenitora.
“Me lo dejaron morir por negligencia médica”, explica entre lamentos y sacudidas provocadas por el dolor. “Mi hijo tenía solo 32 años. Tenía una carrera por delante y era querido por todos”.
Entre las cuatro paredes pintadas de amarillo, se refugian las memorias de quien Hilda describe como un hijo ejemplar, y que deja un espacio desierto, amargo y frío en el seno familiar.

Transsa.
Al margen de la algarabía, el activista de Transsa Christian King, detalla la trayectoria de su amigo de armas y en la organización que lucha a favor de los derechos de las personas que son el rostro de la comunidad homosexual.
También narra cómo fue testigo de una atención deplorable en algunos hospitales donde fue encaminado el promotor de los derechos GLTB en busca de asistencia sanitaria.
“No fue por rechazo a una persona trans (transgénero). Fuimos testigos de cómo llegaba una persona en mal estado y no se le suministraron las atenciones adecuadas”, critica.
En cifras, denuncia que en 2013 se recibieron cinco casos de crímenes de odio ejecutados contra chicas trans que ejercen el trabajo sexual y seis casos de violaciones de derechos en el sistema de salud.

Legado.
El proyector dispara la otra cara de Paloma Sody, la que se muestra lejos de un escenario, y se luce frente a las cámaras. El rostro plasmado en la pantalla se ha vuelto parte de su legado como miembro cuasi anónimo del arte dominicano.
Avanza la noche, y las sombras consumen las calles más allá del colmadón. Guachupita sigue tomando en honor a Paloma, ahora en grupos más reducidos y segregados por orientación.
Las odas a la discriminación tantas veces ensordecedoras, son por el momento un tenue murmullo. Aún es temprano para decir cuánto durará la tregua entre los prejuicios y la aceptación que pudo crear alguien que se atrevió a ser diferente.
Mientras tanto, la gente sigue tomando, sigue bailando y sigue celebrando. El tiempo dirá cuánto tiempo permanece el legado.

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